domingo, 2 de junio de 2013

Abdí, El niño salvaje

Leído 21 abril 13

Cuando volvió, Mina no se había movido. Había entrado en la muerte sin darse cuenta, como nosotros lo haremos un día. A pesar de que se trataba de un animal, Abdi la enterró; pero no jugó con el gran misterio señalando su tumba: todo debía desaparecer en la soledad del islote, como todo debe confundirse en los lejanos límites del universo
Abdi, El niño salvaje; Henry de Monfreid

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