jueves, 9 de julio de 2015

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha

7 julio 15

En estas pláticas iban siguiendo su camino, cuando llegaron al mismo sitio y lugar donde fueron atropellados de los toros. Reconocióle don Quijote; dijo a Sancho:
-Éste es el prado donde topamos a las bizarras pastoras y gallardos pastores que en él querían renovar e imitar a la pastoral Arcadia, pensamiento tan nuevo como discreto, a cuya imitación, si es que a ti te parece bien, querría ¡oh Sancho! que nos convirtiésemos en pastores, siquiera el tiempo que tengo de estar recogido. Yo compraré algunas ovejas, y todas las demás cosas que al pastoral ejercicio son necesarias, y llamándome yo el pastor Quijotiz, y tú el pastor pancino, nos andaremos por los montes, por las selvas y por los prados, cantando aquí, endechando allí, bebiendo de los líquidos cristales de las fuentes, o ya de los limpios arroyuelos, o de los caudalosos ríos. Daránnos con abundantísima mano de su dulcísimo fruto las encinas, asiento los troncos de los durísimos alcornoques, sombra los sauces, olor las rosas, alfombras de mil colores matizadas los extendidos prados, aliento el aire claro y puro, luz la luna y las estrellas, a pesar de ña escuridad de la noche, gusto el canto, alegría el lloro, Apolo versos, el amor conceptos, con que podremos hacernos eternos y famosos, no sólo en los presentes, sino en los venideros siglos.

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha

2 julio 15

-Yo -dijo don Quijote- sé algún tanto del toscano, y me precio de cantar algunas estancias del Ariosto. Pero dígame vuesa merced, señor mío (y no digo esto porque quiero examinar el ingenio de vuesa merced, sino por curiosidad, no más): ¿ha hallado en su escritura alguna vez nombrar piñata?
-Sí, muchas veces -respondió el autor.
-Y ¿cómo la traduce vuesa merced en castellano? -preguntó don Quijote.
-¿Cómo la había de traducir -replicó el autor- sino diciendo olla?
-¡Cuerpo de tal! -dijo don Quijote-, y qué adelante está vuesa merced en el toscano idioma! Yo apostaré una buena apuesta a que adonde diga en el toscano piace, dice vuesa merced en castellano place, adonde diga più, dice más, y el su declara con arriba, y el giù con abajo.
-Sí declaro, por cierto -dijo el autor-, porque ésas son sus propias correspondencias.

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha

30 junio 15

-A buena fe, señor -respondió Sancho-, que no hay que fiar en la descarnada, digo, en la muerte, la cual también come cordero como carnero; y a nuestro Cura he oído decir que con igual pie pisaba las altas torres de los reyes como las humildes chozas de los pobres. Tiene esta señora más de poder que de melindre; no es nada asquerosa: de todo come y a todo hace, y de toda suerte de gente, edades y preeminencias hinche sus alforjas. No es segador, que duerme las siestas; que a todas horas siega, y corta así la seca como la verde yerba; y no parece que masca, sino que engulle y traga cuanto se le pone delante, porque tiene hambre canina, que nunca se harta; y aunque no tiene barriga, da a entender que está hidrópica y sedienta de beber solas las vidas de cuantos viven, como quien se bebe un jarro de agua fría.
- No más, Sancho -dijo a este punto don Quijote-. Tente en buenas y no te dejes caer; que en verdad que lo que has dicho de la muerte por tus rústicos términos es lo que pudiera decir un buen predicador. Dígote, Sancho, que si como tienes buen natural tuvieras discreción, pudieras tomar un púlpito en la mano y irte por ese mundo predicando lindezas.

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha

18 junio 15

-Ahí está el punto -respondió don Quijote-, y ésa es la fineza de mi negocio; que volverse loco un caballero andante con causa, ni grado ni gracias: el toque está en desatinar sin ocasión y dar a entender a mi dama que si en seco hago esto, ¿qué hiciera en mojado? Cuanto más que harta ocasión tengo en la larga ausencia que he hecho de la siempre señora mía Dulcinea del Toboso; que, como ya oíste decir a aquel pastor de marras, Ambrosio, quien está ausente todos los males tiene y teme. Así que, Sancho amigo, no gastes tiempo en aconsejarme que deje tan rara, tan felice y tan no vista imitación. Loco soy, loco he de ser hasta tanto que tú vuelvas con la respuesta de una carta que contigo pienso enviar a mi señora Dulcinea; y si fuere tal cual a mi fe se le debe, acabarse ha mi sandez y mi penitencia; y si fuere al contrario, seré loco de veras, y, siéndolo, no sentiré nada.
Ansí que de cualquier manera que responda, saldré del conflicto y trabajo en que me dejares, gozando el bien que me trujeres, por cuerdo, o no sintiendo el mal que me aportares, por loco. Pero dime, Sancho, ¿traes bien guardado el yelmo de Mambrino, que ya vi que te alzaste del suelo cuando aquel desagradecido le quiso hacer pedazos? Pero no pudo; donde se puede echar de ver la fineza de su temple.

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Miguel de Cervantes

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha

17 junio 15

-Pues no tengas penas, amigo -respondió don Quijote-; que yo te sacaré de las manos de los caldeos, cuanto más de las de la Hermandad. Pero dime por tu vida: ¿has visto más valeroso caballero que yo en todo lo descubierto de la tierra? ¿Has leído en historias otro que tenga ni haya tenido más brío en acometer, más aliento en el perseverar, más destreza en el herir, ni más maña en el derribar?

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes

El arte de la sabiduría. versos 57-59, cap. 9 El camino del Bodhisattva

20 mayo 15

Los dientes, el pelo, las uñas no son el «yo»,
El «yo» no es los huesos o la sangre;
Los mocos de la nariz, las flemas, no son el «yo»,
Y tampoco lo son la linfa o el pus.
El «yo» no es la grasa del cuerpo o el sudor,
Los pulmones o el hígado no lo constituyen.
Tampoco los órganos internos son el «yo»,
Ni los excrementos corporales.
La carne y la piel no son el «yo»,
Tampoco lo son el calor o el aliento.
Las cavidades corporales no son el «yo»,
Y el «yo» no está incluido en las seis percepciones.

Versos 57-59 del capítulo 9 del libro El camino del Bodhisattva, de Shantideva, presente en el libro El arte de la sabiduría del Dalai Lama.

El corazón es noble

Rescatado 12 mayo 15

Según vamos pasando por la vida, todos experimentamos múltiples cambios. En todas partes, a nuestro alrededor, ante nuestros propios ojos, se está produciendo un enorme progreso material. Todos hemos observado cómo nuestro cuerpo ha crecido rápidamente desde la infancia, y cuando maduramos podemos ver que seguimos evolucionando. Este desarrollo físico debería combinarse con un desarrollo mental: deberíamos buscar también una profundización en la sabiduría y la capacidad para distinguir lo que es beneficioso de lo que es perjudicial. Igual que podemos experimentar físicamente el florecimiento de la juventud, podemos disfrutar también de un florecimiento interior del corazón y de la mente. Podemos llevarle esta frescura de la juventud al mundo y después también la maduración de nuestra sabiduría.
...
Hasta ahora, hemos estado compartiendo esta Tierra sin reconocer ese hecho. Ahora podemos compartir también nuestras esperanzas para nuestro hogar común. Podemos tener aspiraciones comunes para nosotros y para los demás. no necesitamos nada más complicado que eso. Compartir aspiraciones y experiencias nos une en un nivel humano básico. Eso puede aportarnos felicidad.

El corazón es noble. 17° Karmapa

Transformando la confusión en claridad

8 mayo 15

Es sólo cuando el fuego de nuestra pasión se apaga que nuestras respuestas ante situaciones difíciles se impregnan de claridad, compasión y ecuanimidad.

Transformando la confusión en claridad, Yongey Mingyur Rinpoche

Doña Flor y sus dos maridos

7 mayo 15

Y con los ojos encendidos concluyó:
–Miren cómo se menea. La cara seria, pero las caderas –¡miren ahora!– de lo más sueltas, hasta parece que alguien se las está palpando… Un felizote, ese doctor…
Del brazo del marido, sonreía mansamente doña Flor: ¡ah!, esa manía de Vadinho, de ir por la calle tocándole los pechos y los cuadriles, revoloteando en torno a ella, como si fuese la brisa de la mañana. De esta limpia mañana de domingo, en la que doña Flir va de paseo, feliz de la vida, satisfecha con sus dos amores.

Doña Flor y sus dos maridos, Jorge Amado

Transformando la confusión en claridad

29 abril 15

Cuando nos alejamos de samsara, dejamos de culpar a las situaciones externas por nuestro estado mental, y empezamos a utilizar las enseñanzas del Buddha a fin de responsabilizarnos por nuestro bienestar. Alejamos la mente de las causas y condiciones que crean sufrimiento. Esto no significa que nos alejamos del sufrimiento que los humanos generan, tales como guerras, pobrezas, prejuicios, matanzas, o destrucción ambiental. No les damos la espalda sin hacer nada, como un espectador imparcial. Sin embargo, debemos evaluar las estrategias de combate. Muchas personas con buenas intenciones asumen que encender pasiones, especialmente la ira, es una respuesta justificada, necesaria, hasta benéfica en contra de la injusticia. Generalmente piensan que la ira es una respuesta automática e inherente a la injusticia, de la misma manera en que la exasperación es una respuesta inherente a la espera en un aeropuerto. Pero no lo es. La ira no nos permite ver claramente, así que las buenas intenciones de la gente involucrada en intentar ayudar a los demás puede en realidad ser un estorbo de sus propias negatividades. La ira no nos permite actuar con compasión verdadera, porque la mente iracunda se queda atrapada adentro de nosotros mismos. Alejarse de samsara significa entender cómo funcionar con una mente abierta y clara, no con una mente cerrada y discapacitada por emociones destructivas.

When we turn away from samsara, we stop blaming external situations for the state of our mind, and we begin to use the Buddha’s teachings in order to take responsibility for our own well-being. We reorient the mind away from causes and conditions that create suffering. This does not mean that we turn away from the suffering that humans create, such as warfare, poverty, prejudice, slaughter, or environmental destruction. We do not turn away or become passive, impartial spectators. However, we need to assess our strategies for engagement. Many well-meaning people assume that inflaming passions, especially anger, is a justifiable, necessary, even beneficial response to injustice. They often assume that anger is an automatic and inherent response to injustice, in the same way that exasperation is an inherent response to waiting at the airport. But it is not. Anger does not allow us to see clearly, so the good intentions of people engaged in trying to help others can actually be hindered by their own negativity. Anger does not allow us to act with true compassion, because the mind of anger keeps us trapped inside ourselves. Turning away from samsara means figuring out how to function with an open, clear mind, not a mind shut down and incapacitated by destructive emotions.

Turning confusion into clarity, Yongey Mingyur Rinpoche

Turning confusion into clarity

27 abril 15

My father used to say, “For the yogi, sickness is a pleasure, and death is good news.” The good news is that dying provides the best opportunity for enlightenment. When the physical body loses energy, when the organs close down, and the fluids dry up, and the breathing slows, then our buddha nature becomes more prominent. The natural demise of the sensory system effortlessly uncovers naked awareness. The fixations, concepts, and dualities that have held our delusions in place dissolve—even for those who have never meditated. What’s left is a very basic form of ignorance—the inability to recognize the nature of our own awareness. Yet with the dissolution of the body, the gap between the mind of ignorance and the wisdom mind grows very, very narrow. The natural disintegration of the body magnifies the opportunity for the mind to recognize the fundamental purity of its true nature.
When breathing ceases, awareness manifests with vivid clarity, because the more coarse aspects of consciousness—such as words, concepts, and sense perceptions—are no longer present. But often this flash of pure awareness goes unrecognized. This glimpse of the true nature of mind may only last for a few moments. Most people will miss this opportunity entirely, yet those who have already recognized the true nature of mind can have a very clear experience of buddha nature. They may even be able to rest in that state of recognition for several days, which allows the process of purification and realization to continue. This means that death allows for the attainment of complete enlightenment. While we remain alive, even people who have reached a very high level of realization may have some trace of concepts, some slight trace of fixated mind. The process of physical dissolution allows the mind to be totally purified of these traces. In this sense, my father became completely enlightened after sitting in dying meditation for three days.

Turning confusion into clarity, Yongey Mingyur Rinpoche

Doña Flor y sus dos maridos

19 abril 15

Mar de rosas, libres horizontes, azul cerúleo, la paz del mundo y su dulzura, Flor y Vadinho enamorados. Y súbitamente la borrasca, el temporal, el cielo encapotado, la guerra sin cuartel, la abominación, la prohibición cayendo sobre Flor y Vadinho.
Un tanto atribulado por sentirse culpable de los acontecimientos -¿no había sido él quien comenzara a levantar aquel castillo de naipes, incapaz de resistir el soplo de la menor averiguación?-, Mirandão, moralista con humos de filósofo, reflexionaba:
- Ya ves..., ¿qué garantía puede tener uno? Ninguna... Hasta un motor de camión, cuando se adquiere, tiene garantía por seis meses... Y en cambio cuando uno piensa que está instalado firmemente en la vida, el santo cae de las andas y se convierte en basura...

Doña Flor y sus dos maridos, Jorge Amado

El arte de la sabiduría. verso 25 cap. 9 el camino del Bodhisattva

12 abril 15

25. Nuestro objetivo no es desmentir
la experiencia de la vista, el sonido o el conocimiento.
Nuestro fin es deshacer la causa del dolor:
Pensar que dichos fenómenos tienen una existencia verdadera.
Negamos la errónea percepción de las cosas que vemos, oímos y sabemos como algo intrínsecamente real, pues esa errónea percepción es la causa raíz de nuestro sufrimiento.

El arte de la sabiduría, El 14 Dalai Lama (el verso es del capítulo 9 de El camino del Bodhisattva de Shantideva).

Llorar a lágrima viva...

11 abril 15

Llorar a lágrima viva…

Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

Oliverio Girondo

Los muros de agua

5 abril 15

El campamento estaba en paz. Las luciérnagas se apagaban y encendían como cosiendo la oscuridad con su voluble fosforescencia que parpadeaba aquí y allá en un empeño ingenuo de hilvanar el espacio. Arriba, las constelaciones parecían una réplica al susurrante mundo de la tierra, a su dormir con un ojo: semisueño creador de vivos universos y tangibles mitos. Sobre el azul profundo, nocturno, del cielo, se destacaban las negras copas de los árboles como turbios encajes de luto. El aire no se movía; se hallaba detenido como si fuera de agua en un estanque, como si quisiera representar vivamente al silencio, a la soledad definitiva.

Los muros de agua, José Revueltas

Los muros de agua

5 abril 15

Hay que imaginar, ahora, la selva; la atmosférica selva, tan anterior al mundo como el mar, que de él surgió como una maravilla sumergida elevándose de pronto en un intento prodigioso de matrimonio con el cielo. Cielo y mar y selva son hermanos; hermanos y hermanas. De su conjunción y de su distanciamiento parte todo y comienza la verdadera historia, el fin de los monstruos y el principio de los navegantes y los cazadores.
Por el Camino Viejo se veía la selva y se adivinaba el mar, unidos ambos rumores como el principio de todo lo que existe. Era un camino estrecho, que comenzaba o terminaba –según se fuera o viniese– en rehilete, y proseguía en giros fatigosos, bajando o equilibrándose ante las frondosas barrancas.

Los muros de agua, José Revueltas

El arte de la sabiduría

4 abril 15

Por lo tanto, si como individuo meditador tienes la sensación de que vas profundizando en tu comprensión del vacío pero eso no se corresponde con una mayor compasión hacia los otros, posiblemente sea un indicador de que tu comprensión del vacío no es realmente profunda o genuina. Como suelo decir, limitarse a meditar sobre el vacío no es algo digno de admiración. También es crucial, en nuestra interacción cotidiana con los demás, ser capaces de relacionarnos de un modo ético y compasivo. Así que si tu comprensión del vacío no contribuye positivamente a conseguir ese objetivo, no merece la pena. ¿Qué tendría de admirable una comprensión del vacío que no lleva a una mayor compasión?
No tenemos la noción de que el estado de buda sea un estado de apatía total, carente de sentimiento, emoción y empatía hacia los otros seres sensibles. De ser así, el estado de buda no tendría nada de admirable. La meditación sobre el vacío no es algún tipo de escapismo, una posibilidad de no tener que tratar con la diversidad y la complejidad del mundo convencional y relativo. El objetivo es ser capaz de relacionarse con el mundo fenoménico de un modo correcto y pleno de sentido.

El arte de la sabiduría, 14 Dalai Lama

Los muros de agua

2 abril 15

–Es que se les va a aplicar todo "el rigor de la colonia".
Esta breve frase abría un mundo inimaginable para los cuatro camaradas. "Entonces –pensaban– se va a desatar todo el odio sobre nosotros". El odio del hombre, el odio de clase. Porque se odia históricamente, se odia como una función abstracta e impersonal, pero alguna vez este odio se vuelve concreto y encarna en seres vivos, que caminan y comen, que se vengan y torturan porque así se lo ordena la clase, así se lo ordena un dios misterioso que gobierna. Y ese odio pega con furia y con pasión pero al mismo tiempo de una manera indiferente o que se antoja así por lo repetida y lo capaz de la eternidad; siempre tiene algo de muralla china, construyéndose paso a paso, día por día, sin descanso y resulta imposible imaginar cómo es verdaderamente. Ahí los aguardaba ese odio; algún debían encontrarlo, vivo y presente, y ese día había llegado.

Los muros de agua, José Revueltas

Un enfoque moderno al método Montessori

26 marzo 15

H.F. Harlow demostró inclusive que el uso de premios para calmar el hambre destruía en realidad la motivación, en vez de apoyarla. Encontró que los monos a quienes se les había premiado con alimentos por resolver los rompecabezas, los ignoraban tan pronto como los terminaban. Por otro lado; los monos no premiados a menudo continuaban explorando y manipulando el rompecabezas después de haberlo terminado.

Un enfoque moderno al método Montessori, Paula Polk Lillard

El desván. La imagen del alma perdida

25 marzo 15

Día tras día, a lo largo de largas horas monótonas, el canto del pequeño huésped se elevaba en fragmentos hacia el vigía solitario, hasta que al caer la noche, cuando tañían las campanas del ocaso y los grises murciélagos abandonaban sus escondites de la torre, el ave de ojos brillantes, tras gorjear unas notas somnolientas, regresaba a su nido en los brazos que lo aguardaban. Aquéllos fueron días felices para la Imagen Oscura. Sólo la campana mayor de la catedral seguía transmitiendo su irónico mensaje: "Después de la alegría... el dolor."

La imagen del alma perdida en El desván y otros relatos, Saki

El Corazón es Noble

rescatado 23 marzo 15

En 2001, las enormes estatuas de los budas de Bamiyan, en Afganistán, fueron demolidas. Para un determinado sector del islam, aquellas estatuas eran instrumentos ofensivos de un culto idolátrico, mientras que para los budistas eran el recordatorio de unos principios sagrados y de lo mejor de nuestro innato potencial humano. Nosotros los budistas utilizamos imágenes físicas en nuestra práctica espiritual, mientras que los musulmanes adoran sin imágenes. Aferrarse a esas posturas es crear un muro entre los pueblos. Pero, en definitiva, son solo estatuas. Enfrentarnos unos contra otros por un objeto no es más que aferrarse a los prejuicios.
Personalmente, no veo una base para tratar las diferencias religiosas de esa forma. Poco después de que los budas de Bamiyan fueran destruidos, tuve la oportunidad de reunirme con un grupo de jóvenes afganos que trabajaban por la paz. Les sugerí que podían ver la demolición de los budas como la demolición de los muros entre todos los pueblos. Si la presencia de esas estatuas es causa de enfrentamiento, quizá podríamos ver una utilidad en que hayan sido derribadas. Esto es lo que pienso sobre el asunto.
Se alzan muros entre las personas cuando le concedemos más importancia a la forma de nuestra identidad religiosa que a la esencia de lo que nos enseña. Cuando las creencias espirituales se utilizan para construir muros entre la gente, hay una total incomprensión del propósito de la espiritualidad. La espiritualidad debe significar acercarte más a ti mismo. Cuando esto sucede, también te acercas más a los demás. La espiritualidad y la religión deben desmantelar la discriminación y las diferencias, no apuntalarlas. Deben romper las barreras entre los pueblos, no crearlas.

El Corazón es Noble, 17° Karmapa

Turning confusion into clarity

19 marzo

Generally we identify so thoroughly with our emotional patterns and habitual thoughts that we come to think of them as “me.” Our potential constricts around a limited definition of ourselves. We confine ourselves to fixed thoughts of “This is who I am.” We aren’t satisfied with our life, yet we suppress our capacity for change. To move beyond these self-imposed limits, we need to let go of our habitual ways of taking our human qualities and circumstances for granted.

Turning Confusion into Clarity, Mingyur Rinpoche

¡Todo era amor!

Leído el 16 de marzo 15

¡Todo era amor!

¡Todo era amor... amor!
No había nada más que amor.
En todas partes se encontraba amor.
No se podía hablar más que de amor.
Amor pasado por agua, a la vainilla,
amor al portador, amor a plazos.
Amor analizable, analizado.
Amor ultramarino.
Amor ecuestre.
Amor de cartón piedra, amor con leche...
lleno de prevenciones, de preventivos;
lleno de cortocircuitos, de cortapisas.
Amor con una gran M,
con una M mayúscula,
chorreado de merengue,
cubierto de flores blancas...
Amor espermatozoico, esperantista.
Amor desinfectado, amor untuoso...
Amor con sus accesorios, con sus repuestos;
con sus faltas de puntualidad, de ortografía;
con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.
Amor que incendia el corazón de los orangutanes,
de los bomberos.
Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas,
que arranca los botones de los botines,
que se alimenta de encelo y de ensalada.
Amor impostergable y amor impuesto.
Amor incandescente y amor incauto.
Amor indeformable. Amor desnudo.
Amor-amor que es, simplemente, amor.
Amor y amor... ¡y nada más que amor!

Oliverio Girondo