viernes, 25 de diciembre de 2015

El arte de la sabiduría

22 julio 15

160. Pues la vida pasa veloz, sin sentido.
El verdadero discernimiento... ¡qué difícil es lograrlo!
¿Cómo podremos encontrar entonces los medios
para guiar los erráticos movimientos de la mente?

161. Es más, las fuerzas del mal trabajan y tensan la cuerda
para mantenernos sumidos en un estado de aflicción;
muchos son los rastros falsos e ilusorios
y duro resulta disipar nuestras dudas.

162. Duro es encontrar de nuevo ese estado de libertad,
y todavía más duro tener maestros iluminados.
Duro, a decir verdad, ¡dejar a un lado el torrente de la corrupción!
He ahí, ¡nuestros dolores son arrastrados por una corriente sin fin!

163. Triste es, no puede negarse, que los seres vivos.
arrastrados por la marea del amargo dolor,
y por terribles que sean sus circunstancias,
¡no perciban que están sufriendo!

164. Los hay que se bañan con fruición,
para después quemarse a sí mismos con fuego,
sufriendo de un modo intenso,
y aún así quedándose en el sitio, proclamando su dicha.

165. Del mismo modo los hay que viven y actúan
como si no fuese a alcanzarles la vejez y muerte.
Pero entonces su vida se acaba y les toca lidiar
con la terrible caída en un estado de pérdida.

166. ¿Cuándo seré capaz de aliviar y sofocar
el calor mortal de las ardientes llamas del sufrimiento,
con la abundante lluvia de mi propia dicha
que brota como un torrente de las nubes de mi mérito?

167. La riqueza de mis méritos se reúne en ellas,
con reverencia mas sin afirmación conceptual alguna
¿cuándo podré revelar esta verdad del vacío
a aquellos que se encaminan a la ruina al creer en la sustancia?

Versos 160-167 del camino del Bodhisattva, en el arte de la sabiduría del 14 Dalai Lama

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