viernes, 25 de diciembre de 2015

El arte de la sabiduría

22 julio 15

El proceso analítico que busca los auténticos referentes de nuestros términos y conceptos no es tan complejo, y no es tan difícil llegar a la conclusión de que podemos encontrar las cosas y los acontecimientos cuando buscamos mediante ese proceso. Sin embargo, la ausencia de la que nos percatamos después de discernir sobre la imposibilidad de encontrar los fenómenos mediante dicho análisis no es el vacío final. Una vez llegamos a la idea de lo inencontrable de las cosas y los acontecimientos, entonces podemos preguntarnos por su modo de existencia. Comprendemos entonces que la existencia de las cosas y los acontecimientos tiene que ser entendida de forma relativa. Y cuando comprendemos que la existencia de las cosas y los acontecimientos depende de causas y condiciones -y también como meras designaciones-, entendemos que las cosas y los acontecimientos carecen de interdependencia o de autoridad autodeterminante. Vemos con claridad que su naturaleza depende de otros factores. Y en tanto que todo lo que existe depende de otros factores -gobernados por otras fuerzas-, no puede decirse que nada sea independiente. La independencia y la dependencia son mutuamente excluyentes; no existe una tercera posibilidad.
Resulta crucial entender que los Madhyamika no dicen que las cosas carezcan de existencia inherente debido meramente a que no podemos encontrar dichas cosas cuando realizamos un análisis crítico. Esa no es la argumentación al completo. Se dice que las cosas y los acontecimientos carecen de existencia inherente o intrínseca porque su existencia depende de otros factores. Esa es la verdadera premisa. Esa forma de razonar elimina los dos extremos: el extremo del nihilismo, porque se acepta a un nivel de existencia en términos de interdependecia, y el extremo del absolutismo, porque niega la existencia intrínseca de los fenómenos.

El arte de la sabiduría, 14 Dalai Lama

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