Leído 30 julio 13
Los muchachos no eran unos bandidos salteadores. Pero una rebelión no puede vivir sin rebeldes y es necesario que los rebeldes vivan para llevarla adelante. No son los rebeldes los culpables de las consecuencias desagradables que las rebeliones tienen para aquellos que de nada carecen. Los responsables de los actos de los rebeldes son aquellos que creen que se puede maltratar eterna e impunemente a los seres humanos sin que éstos se rebelen.
La rebelión de los colgados, B. Traven
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