sábado, 7 de marzo de 2015

El ceremonial

Leído 14 enero 14

En la impenetrable oscuridad, más allá del fulgor leproso de la llama sin calor, en las cavernosas regiones por donde discurría serpenteante el oleaginoso río, desde allí surgió una horda danzante integrada por seres híbridos, alados, criaturas que ningún ojo ha podido siquiera imaginar. No se trataba de cuervos, ni de topos, ni de búhos, ni de hormigas, ni de vampiros, ni de seres humanos en descomposición. Era algo que no consigo ni debo recordar. Saltaban torpemente, blandamente, impulsándose con sus pies palmípedos y con sus alas membranosas. Al acercarse a la muchedumbre, las figuras encapuchadas se aferraron a ellos, se les subieron encima y cabalgaban sobre ellos a lo largo del río pestilente hasta unos pozos y galerías donde corruptos manantiales alimentaban el generoso caudal de unas horribles cataratas.

El ceremonial, H. P. Lovecraft

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