sábado, 7 de marzo de 2015

Pedagogía del oprimido

20 agosto 14

La verdadera revolución no puede temer a las masas, a su expresividad, a su participación efectiva en el poder. No puede negarlas. No puede dejar de rendirles cuenta. De hablar de sus aciertos, de sus errores, de sus equívocos, de sus dificultades.
Nuestra convicción es aquella que dice que cuanto más pronto se inicie el diálogo, más revolución será.
Este diálogo, como exigencia radical de la revolución, responde a otra exigencia radical, que es la de concebir a los hombres como seres que no pueden ser al margen de la comunicación, puesto que son comunicación en sí. Obstaculizar la comunicación equivale a transformar a los hombres en objetos, y esto es tarea y objetivo de los opresores, no de los revolucionarios.

Pedagogía del oprimido, Freire

No hay comentarios:

Publicar un comentario