sábado, 7 de marzo de 2015

La alegría de la vida

10 julio 14

Si usted verdaderamente desea hallar una sensación de paz y de satisfacción duraderas, tiene que aprender a descansar la mente, pues sólo al hacerlo pueden revelarse sus cualidades innatas. La manera más sencilla de aclarar el agua que el lodo y otros sedimentos han oscurecido es dejar que esta se aquiete. De la misma manera, si usted deja que la mente se apacigüe, la ignorancia, el apego, la aversión y todas las demás aflicciones mentales se irán aclarando, permitiendo que la compasión, la claridad y la infinita extensión de la verdadera naturaleza de su mente se revelen.

Yongey Mingyur Rinpoche, La alegría de la vida, capítulo 8

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