sábado, 7 de marzo de 2015

Yo, el Gato

Rescatado 12 enero 14

Así es la manera de obrar de los occidentales. Ni Alejandro Magno, ni Napoleón, ni nadie se sintió satisfecho después de tantas victorias. Si el prójimo no le entra por el ojo derecho, le hacen la guerra. El prójimo, claro está, no se calla. Llevan la contienda al tribunal. El que gana en el tribunal no queda contento todavía. ¿Tú crees que hay alguno que haya conseguido en toda su vida la tranquilidad del espíritu? Si el gobierno oligárquico no les conviene, adoptan un gobierno democrático. Si éste no les va bien, adoptan otro. Si un río les estorba, tienden un puente sobre él. Si una montaña les corta el paso, hacen un túnel. Si los medios de transporte no son suficientes, hacen ferrocarriles. Y así siempre. Pero nunca quedan contentos del todo. Somos hombres, pero no siempre es posible conseguir lo que queremos. La cultura occidental acaso sea positiva. Pero es una cultura formada por hombres que nunca se han sentido satisfechos. La cultura tradicional japonesa no intenta la satisfacción mediante los cambios que afectan a otras personas y cosas, porque nos damos cuenta de que nosotros, los japoneses, no podemos mejorar nuestro medio ambiente así. De buenas a primeras.

Yo, el Gato; Sōseki Natsume

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